El calor extremo agrava la crisis humanitaria en la Franja de Gaza durante el verano
En la Franja de Gaza, donde más de dos millones de personas viven en condiciones precarias debido a conflictos prolongados, la llegada del verano ha exacerbado las penurias diarias. Las temperaturas superan los 30 grados Celsius y la humedad se vuelve insoportable, especialmente para las familias desplazadas que habitan en tiendas improvisadas.
Rida Abu Hadayed, madre de siete hijos, describe cómo intenta aliviar el calor con recursos limitados como abanicos improvisados y agua escasa. La falta de electricidad impide el uso de ventiladores o aire acondicionado, lo que agrava el sufrimiento de los niños durante el día y la noche.
La crisis del agua es crítica: solo el 40% de las instalaciones para producción de agua potable funcionan debido a la escasez de combustible, bloqueado en gran parte por restricciones israelíes. Esto obliga a muchas familias a caminar largas distancias para obtener agua y a racionarla estrictamente, dificultando la higiene y aumentando el riesgo sanitario.
Además, la acumulación de basura sin un sistema adecuado de alcantarillado atrae insectos que afectan la salud y el descanso nocturno. Organizaciones internacionales advierten que si no se permite la entrada de combustible para operar plantas desalinizadoras y bombas de agua, la situación podría derivar en una crisis aún más grave con consecuencias fatales para los niños y la población vulnerable.