El desafío de las ferias libres y el comercio informal en Chile
Las ferias libres en Chile, reconocidas por su aporte a la economía local y al acceso a productos básicos, enfrentan actualmente un escenario complejo. Aunque estas ferias suman más de mil en todo el país, estudios recientes indican que una gran proporción de sus puestos opera sin permisos oficiales, lo que favorece la proliferación del comercio ilegal.
Este fenómeno no solo afecta la formalidad del mercado, sino que también está estrechamente vinculado a actividades delictivas como la venta de productos falsificados, contrabando y mercancía robada. La presencia de vendedores informales en las cercanías de las ferias y en espacios públicos contribuye a un aumento de la inseguridad y dificulta la fiscalización por parte de las autoridades.
Expertos señalan que el problema se concentra en regiones como Valparaíso, Metropolitana, La Araucanía y Biobío, donde el comercio ambulante ha ido en crecimiento. La falta de acciones efectivas y la poca voluntad política para regular o erradicar estas actividades generan una sensación de impotencia en la ciudadanía y los actores económicos formales.
A pesar de los esfuerzos legislativos para fortalecer el marco regulatorio, la realidad muestra que tanto las políticas públicas como la percepción social aún no logran reducir significativamente esta problemática. La compra frecuente en estos mercados informales y la disposición a adquirir productos de contrabando reflejan una convivencia tolerada con actividades ilícitas que requieren soluciones integrales y coordinadas.