El futuro de la ciudadanía por nacimiento tras el fallo del Tribunal Supremo en EE.UU.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos emitió un fallo que restringe la capacidad de los jueces federales para emitir bloqueos judiciales a nivel nacional, en el marco de la disputa legal sobre la orden ejecutiva del presidente Donald Trump que busca terminar con la ciudadanía por nacimiento para hijos de personas indocumentadas. Aunque esta decisión representa una victoria para la administración republicana, no resuelve el fondo del conflicto y devuelve los casos a tribunales inferiores para su análisis.
La ciudadanía por nacimiento, garantizada por la 14ª Enmienda de la Constitución desde después de la Guerra Civil, otorga automáticamente la nacionalidad estadounidense a cualquier persona nacida en territorio estadounidense, independientemente del estatus migratorio de sus padres. Esta práctica fue reafirmada en 1898 por el caso Wong Kim Ark, que estableció jurisprudencia clara sobre este derecho.
La orden ejecutiva firmada por Trump en enero pretende negar esta ciudadanía a hijos de personas que residen ilegalmente o temporalmente en el país, argumentando que la frase “sujeto a la jurisdicción” en la enmienda permite esta interpretación. Sin embargo, varios jueces federales han declarado inconstitucional esta medida y han emitido bloqueos judiciales para impedir su aplicación.
El fallo del Tribunal Supremo limita estas órdenes judiciales nacionales, permitiendo que las restricciones sean aplicadas solo a nivel local o estatal. Esto implica que los casos relacionados con la ciudadanía por nacimiento volverán a los tribunales inferiores para determinar cómo proceder conforme al nuevo marco legal. Mientras tanto, organizaciones defensoras de inmigrantes ya han presentado demandas colectivas buscando impugnar la orden ejecutiva y preservar el derecho constitucional vigente. La disputa legal y política sobre este tema continuará siendo un foco central en el debate migratorio estadounidense.