Europa reconsidera su relación con China tras tensiones con Estados Unidos
La Unión Europea atraviesa un momento de reflexión sobre su relación con China, motivada por las tensiones crecientes con Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump. Las medidas proteccionistas y las políticas comerciales agresivas de Washington han impulsado a algunos líderes europeos a buscar un mayor equilibrio en sus alianzas internacionales, con la intención de reducir su dependencia estadounidense.
China, por su parte, percibe esta situación como una oportunidad para consolidar su presencia en Europa y diversificar sus relaciones globales. El bloque europeo es el segundo socio comercial más importante para China, con intercambios diarios que alcanzan los 2.300 millones de euros. Ambos actores comparten intereses en mantener la estabilidad económica global y colaborar en temas como el cambio climático, aunque persisten desafíos significativos, como el déficit comercial europeo y las preocupaciones por prácticas comerciales desleales.
En este contexto, la próxima cumbre entre la UE y China, prevista para julio, será un escenario clave para definir el rumbo de esta relación. Se espera que las negociaciones aborden temas como la reducción de aranceles y el acceso al mercado chino para empresas europeas, aunque no se anticipa un acuerdo definitivo. Además, la cita servirá para proyectar una imagen de cooperación frente a Estados Unidos y reforzar la autonomía estratégica europea.
No obstante, las diferencias persisten en materia de derechos humanos, seguridad y apoyo de China a Rusia en el conflicto de Ucrania, lo que mantiene una tensión latente en las relaciones bilaterales. A pesar de ello, tanto expertos como autoridades consideran que existe espacio para ampliar la colaboración en áreas donde convergen intereses mutuos.