PUNTOUNO

Más de cien militantes del Frente Amplio (FA) participaron en un comité central extraordinario para analizar la dura derrota sufrida en las recientes primarias, donde el diputado Gonzalo Winter obtuvo solo un 9% de los votos y quedó en tercer lugar. La presidenta del partido, Constanza Martínez, calificó la derrota como un llamado de atención electoral, pero no estratégico.

Durante la sesión, la diputada Gael Yeomans, jefa de campaña de Winter, evitó realizar una autocrítica profunda argumentando falta de confianza debido a posibles filtraciones. Esta postura generó insatisfacción entre los militantes, quienes esperaban un análisis más detallado sobre las causas del fracaso.

En este contexto, quedó en evidencia una crisis de identidad dentro del FA. Diversos grupos internos manifestaron que el partido no ha logrado definir con claridad su rumbo tras llegar al gobierno y que mantiene una contradicción entre su discurso progresista y una crítica anclada en estrategias pasadas contra la Concertación. Dirigentes como Fernando Atria y Manuel Antonio Garretón señalaron que el FA debe superar su origen generacional y renovar su forma de ejercer el poder para consolidarse como una fuerza política relevante.

Otros sectores denunciaron que el partido ha sufrido burocratización y pérdida de conexión con la ciudadanía, citando casos polémicos que han dañado su imagen. Además, se destacó la carencia de una agenda legislativa propia que permita impulsar transformaciones profundas desde el Congreso. La necesidad de actualizar el discurso y aprovechar los logros alcanzados por el gobierno fue otro punto clave señalado por las distintas facciones internas.

Finalmente, la presidenta Martínez enfatizó la urgencia de priorizar la elección parlamentaria de noviembre para evitar un desfonde del proyecto político del FA. Con solo dos meses para reorganizarse, el partido enfrenta un desafío crucial: redefinir su identidad y fortalecer su representación para mantener su relevancia política en Chile.