Gobierno impulsa reforma para frenar cambios de bancada y financiamiento irregular en el Congreso
El ministro del Interior, Álvaro Elizalde, presentó una reforma política destinada a fortalecer la gobernabilidad en el Congreso y a poner fin a las prácticas conocidas como “discolaje”, donde diputados y senadores cambian de bancada o partido tras ser electos. La propuesta prohíbe que los legisladores modifiquen su pertenencia a comités parlamentarios durante su período y les impide llevarse sus escaños en comisiones legislativas si abandonan sus partidos.
Además, la reforma otorga mayores atribuciones a los jefes de bancada para coordinar la distribución de miembros en comisiones y para definir quiénes intervendrán en las discusiones en sala, fortaleciendo así el control interno de las bancadas. Con esta medida se busca evitar situaciones que han tensionado la convivencia parlamentaria, como las renuncias no informadas que permiten a algunos legisladores conservar puestos en comisiones sin respaldo de su bancada original.
En paralelo, la iniciativa modifica la ley de financiamiento político para impedir que los partidos pierdan recursos públicos cuando un parlamentario se desafilia y se une a otra colectividad. Actualmente, este mecanismo ha generado un trasvasije de fondos entre partidos, beneficiando a nuevas agrupaciones que incorporan legisladores provenientes de otras tiendas. La reforma establece que el partido original mantendrá el financiamiento asociado al parlamentario electo aunque éste cambie de afiliación.
Este proyecto responde a conflictos recientes en ambas cámaras, incluido un quiebre en el Senado por disputas sobre asignación de comisiones tras escisiones internas. Asimismo, complementa reformas previas orientadas a fijar umbrales para la formación de partidos políticos y mejorar la estabilidad institucional del sistema electoral chileno.