Impacto de los ataques militares israelíes en el programa nuclear de Irán
Israel ha llevado a cabo una serie de ataques militares contra instalaciones nucleares en Irán, afectando principalmente sitios estratégicos relacionados con el enriquecimiento de uranio. Estos bombardeos, que incluyen la destrucción de plantas y daños en infraestructura eléctrica, generan inquietudes sobre el progreso del programa nuclear iraní y las posibles implicancias regionales.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha informado que, pese a los ataques, Irán continúa enriqueciendo uranio hasta niveles cercanos al 60%, lo cual representa un riesgo importante. La planta de Natanz, uno de los centros principales, sufrió daños en su infraestructura eléctrica, lo que podría afectar la operación de sus centrifugadoras. Además, el ataque destruyó la planta piloto ubicada en Natanz y dejó intacta la instalación subterránea de Fordow, que sigue produciendo uranio enriquecido.
Por otro lado, los bombardeos también afectaron instalaciones en Isfahan relacionadas con la conversión de uranio y el trabajo con uranio metálico, un paso crucial para el desarrollo de armas nucleares. La pérdida de científicos iraníes especializados en tecnología nuclear y las amenazas del gobierno iraní de retirar su cooperación con la comunidad internacional aumentan la tensión en la región. La posibilidad de que Irán tome medidas extremas, como abandonar el Tratado de No Proliferación Nuclear, también se ha intensificado.
Expertos y autoridades internacionales analizan las consecuencias a largo plazo de estos ataques, que podrían ralentizar temporalmente el avance nuclear iraní pero no detenerlo por completo. La comunidad global observa con atención si se registrarán futuras acciones militares o diplomáticas para gestionar esta crisis.