Incrementan temores en Vermont tras redada migratoria en granja lechera
El pasado 21 de abril, José Molina-Aguilar y siete compañeros fueron detenidos durante una redada migratoria en una granja lechera en Vermont, considerada una de las mayores en la historia del estado. A pesar de que Molina-Aguilar estaba en proceso de solicitar asilo, las autoridades no respetaron su documentación y cuatro trabajadores fueron deportados rápidamente a México.
Tras pasar un mes detenido en Texas, Molina-Aguilar fue liberado y ahora trabaja en otra granja mientras aboga por los derechos de los trabajadores migrantes. El abogado Brett Stokes, representante legal de los detenidos, señaló que esta acción generó un clima de temor entre los agricultores del noreste, exacerbado por la falta de claridad en las políticas federales.
El gobierno federal ha enviado señales contradictorias: aunque el presidente Donald Trump suspendió temporalmente las detenciones en sectores como agricultura y hotelería, funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional anunciaron que la aplicación de la ley en lugares de trabajo continuaría. Esta incertidumbre afecta tanto a grandes estados agrícolas como California, como a Vermont, donde la industria lechera representa una parte fundamental de la economía local.
Más del 90% de las granjas en Vermont emplean trabajadores migrantes, quienes son esenciales para mantener la producción láctea, valorada en 5.4 mil millones de dólares anuales. Historias como la de Wuendy Bernardo, cuidadora principal de su familia y con procesos legales para evitar su deportación, reflejan el impacto humano detrás de estas acciones. Defensores como Rossy Alfaro advierten que sin esta mano de obra, la industria lechera colapsaría.