La guerra en Ucrania y el impacto devastador en su patrimonio cultural
En Kherson, el histórico Palacio de Cultura de los Constructores Navales fue blanco de ataques con drones rusos que provocaron graves daños e incendios, afectando un emblemático edificio del siglo XIX que fue centro cultural y político. Este hecho forma parte de una tendencia más amplia: desde el inicio del conflicto en 2022, más de 500 patrimonios culturales en Ucrania han sufrido daños o destrucción a causa de la ofensiva rusa, según datos de la UNESCO.
Entre los sitios afectados se encuentran la Catedral de la Transfiguración en Odesa, el Palacio Popov en Zaporiyia, y el Museo Conmemorativo Literario de Hryhoriy Skovoroda en Kharkiv. También han sido bombardeados lugares religiosos y memoriales históricos como el Monasterio Ortodoxo de Sviatohirsk y los memoriales del Holocausto en Drobytsky Yar y Babi Yar. Además de la destrucción física, varios museos han sufrido saqueos y pérdidas irreparables, como el Museo de Historia Local de Izium, donde se logró proteger parte de su valiosa colección gracias a esfuerzos del personal local.
Desde la ocupación rusa en Crimea en 2014, las comunidades tártaras han denunciado el robo y daño a más de 110 artefactos culturales. La región norteña de Sumy también ha sido escenario frecuente de ataques debido a su proximidad con Rusia. En este contexto, la preservación del patrimonio cultural ucraniano fue uno de los temas centrales en la reciente Conferencia Sobre la Reconstrucción de Ucrania, donde la Unión Europea y varios Estados miembros manifestaron su apoyo para proteger y restaurar estos bienes.
El Comisario Europeo de Cultura, Glenn Micallef, calificó estas acciones como una estrategia intencionada para destruir la identidad nacional ucraniana. Según informes oficiales, más de 1.400 sitios culturales han resultado afectados hasta junio de 2025, con pérdidas económicas estimadas superiores a los 19.000 millones de dólares. Se proyecta que Ucrania requerirá cerca de 9.000 millones para restaurar sus monumentos y reactivar su industria turística durante la próxima década.