La presidencia de la UE insta a reforzar la defensa europea en cinco años ante amenaza rusa
En el contexto del inicio de la presidencia danesa en la Unión Europea, la primera ministra Mette Frederiksen alertó sobre el riesgo que representa Rusia como amenaza creíble para la seguridad del bloque hacia finales de esta década. Durante su discurso ante el Parlamento Europeo, subrayó que reducir el gasto en defensa durante las últimas tres décadas fue un error estratégico y enfatizó la urgencia de potenciar las capacidades militares europeas.
Frederiksen destacó que Europa debe estar preparada para defenderse por sí misma a más tardar en 2030, haciendo especial hincapié en el fortalecimiento conjunto de las industrias de defensa dentro de Europa y Ucrania. Esta última, según indicó, posee una capacidad industrial significativa que podría ampliarse con inversiones europeas, dada su eficiencia en producción de armamento y municiones.
A pesar del compromiso histórico asumido por los países de la OTAN para incrementar progresivamente hasta un 5% del PIB el gasto en defensa para 2035, varios Estados miembros expresan dudas y dificultades económicas que podrían frenar el cumplimiento de este objetivo. España, Bélgica y Eslovenia han manifestado reservas, mientras que potencias como Francia e Italia enfrentan desafíos financieros que complican alcanzar las metas pactadas.
Para afrontar estas limitaciones, la Comisión Europea ha propuesto un plan de seguridad basado en un programa de préstamos por 150.000 millones de euros destinado a financiar adquisiciones conjuntas en áreas clave como defensa aérea, artillería, drones y guerra electrónica. Además, se ha habilitado una cláusula que permite a quince países miembros aumentar su gasto militar sin infringir las reglas fiscales comunitarias. Sin embargo, expertos señalan que la industria requiere compromisos a largo plazo para expandir su capacidad productiva, lo cual aún no se ha concretado debido a incertidumbres políticas y económicas.