Marty Cooper, pionero del teléfono móvil, reflexiona sobre su impacto global y el futuro de la tecnología
Marty Cooper, ingeniero estadounidense reconocido por desarrollar el primer teléfono móvil portátil, observa desde su residencia en Del Mar, California, la profunda transformación que su invento ha generado en la forma en que las personas se comunican alrededor del mundo. Hace más de cinco décadas, Cooper realizó la primera llamada desde un dispositivo DynaTAC 8000X, que pesaba alrededor de cuatro kilos, y que sentó las bases para los miles de millones de smartphones actuales.
Hoy, cerca del 60% de la población mundial tiene acceso a internet móvil, y estos dispositivos se han convertido en poderosas computadoras interconectadas que permiten un flujo constante de información. Cooper destaca que esta revolución tecnológica apenas comienza y anticipa una próxima generación de teléfonos móviles capaces de funcionar con energía corporal y monitorear la salud en tiempo real, lo que podría transformar el diagnóstico y prevención de enfermedades.
El impacto social del teléfono móvil también ha cambiado las dinámicas de comunicación. Expertos señalan que las llamadas telefónicas directas son ahora reservadas para relaciones íntimas, mientras que la mayoría prefiere mensajes escritos para interacciones cotidianas. Esta evolución genera debates sobre el efecto del uso constante del celular en habilidades sociales y educativas, especialmente entre niños y jóvenes, motivando iniciativas para limitar su uso en entornos escolares.
En distintas regiones del mundo, desde Nigeria hasta Estados Unidos y Europa, el teléfono móvil sigue siendo una herramienta fundamental para mantener vínculos familiares y sociales a pesar de las distancias geográficas. Para Cooper, el avance tecnológico ofrece oportunidades sin precedentes para mejorar la eficiencia personal y colectiva, pero también plantea desafíos que requieren soluciones innovadoras para integrar estas tecnologías en la vida diaria de manera equilibrada.