Pandillas controlan casi por completo Puerto Príncipe mientras la violencia en Haití se intensifica, advierte la ONU
La capital haitiana, Puerto Príncipe, está bajo el control casi total de grupos criminales, que han incrementado sus ataques y expandido su dominio hacia zonas previamente pacíficas, según informaron altos funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Ghada Fathy Waly, directora ejecutiva de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), comunicó al Consejo de Seguridad que aproximadamente el 90% de Puerto Príncipe está bajo influencia de pandillas. Además, destacó que regiones del sur y este del país, antes relativamente tranquilas, ahora enfrentan un aumento significativo en incidentes relacionados con estos grupos armados, afectando incluso rutas comerciales clave.
Esta expansión ha debilitado gravemente la autoridad estatal y ha propiciado que las pandillas establezcan estructuras paralelas de gobernanza, controlando rutas comerciales y paralizando el comercio legal. Esto ha provocado una fuerte alza en los precios de productos esenciales como el combustible para cocinar y el arroz, alimento básico en Haití.
Miroslav Jenca, subsecretario general de la ONU, advirtió sobre una posible caída total del control estatal en Puerto Príncipe si no se intensifican las acciones internacionales. Desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, las pandillas han ganado terreno y actualmente dominan gran parte de la capital y sus alrededores.
Una misión respaldada por la ONU y liderada por policías kenianos llegó a Haití en 2023 para combatir la violencia, pero enfrenta limitaciones significativas por falta de personal y recursos. Propuestas para apoyar esta misión con tecnología y logística aún no han sido aprobadas por el Consejo de Seguridad.
Ante esta situación, ha crecido también el número de empresas privadas de seguridad y grupos de autodefensa, algunos con vínculos ilegales o con pandillas. En los últimos meses se reportaron numerosos asesinatos extrajudiciales relacionados con estas dinámicas, así como un aumento alarmante en casos de violencia sexual perpetrados por pandillas.
Un informe reciente de expertos de la ONU señala que la crisis política interna y las disputas dentro del gobierno provisional han impedido avances significativos para restaurar la seguridad o avanzar hacia elecciones nacionales previstas para febrero de 2026. La débil policía nacional, un ejército en reconstrucción y una fuerza multinacional limitada dejan a las pandillas con ventaja a menos que aumente el apoyo internacional.
Finalmente, pese al embargo de armas impuesto por la ONU, estas agrupaciones criminales continúan obteniendo armamento sofisticado tanto en mercados civiles regionales como desde reservas policiales haitianas y dominicanas.