Rusia impone la aplicación MAX para sustituir WhatsApp y ampliar el control digital
A partir de septiembre, todos los dispositivos digitales nuevos vendidos en Rusia deberán contar con la aplicación de mensajería MAX, desarrollada por la empresa estatal VK. Esta medida responde a una directiva presidencial que busca reemplazar plataformas extranjeras como WhatsApp, bloqueada recientemente en el país, y fortalecer el control gubernamental sobre las comunicaciones digitales.
MAX no solo ofrece funciones básicas de mensajería y videollamadas, sino que también integra servicios gubernamentales y pagos móviles. Sin embargo, expertos y críticos denuncian que la aplicación actúa como un software espía con acceso total al micrófono, cámara, contactos, geolocalización y archivos del usuario. Además, permanece activo incluso tras su desinstalación y transmite datos automáticamente a servidores bajo control del FSB, el servicio federal de seguridad ruso.
Esta iniciativa se enmarca en un contexto más amplio de restricciones digitales en Rusia. Desde la invasión de Ucrania, plataformas como Facebook, Instagram y Viber han sido prohibidas o bloqueadas. La ley firmada por Vladimir Putin exige que las aplicaciones procedentes de países sancionadores sean eliminadas del espacio digital ruso. Paralelamente, se ha aprobado una legislación que penaliza la búsqueda de contenido considerado “extremista”, ampliando así la censura y vigilancia en línea.
En otro ámbito relacionado, se propone un proyecto para permitir el reclutamiento militar durante todo el año mediante decreto presidencial, con el objetivo de flexibilizar los procesos de alistamiento. Estas medidas reflejan un endurecimiento generalizado del control estatal sobre la sociedad rusa tanto en lo digital como en lo militar.