Samuel Doria Medina plantea priorizar la recuperación económica y aplaza reanudación de relaciones diplomáticas con Chile
Samuel Doria Medina, empresario y líder de la coalición centroderechista Alianza Unidad, se perfila como favorito para las elecciones presidenciales en Bolivia el próximo 17 de agosto. En su cuarta postulación, propone un plan urgente denominado “¡100 días, carajo!” para enfrentar la escasez de dólares y combustible que afecta al país. Su estrategia contempla cerrar empresas deficitarias, ejecutar préstamos internacionales aprobados y fomentar la confianza para recuperar las reservas y normalizar el abastecimiento.
Las últimas encuestas indican que Doria Medina lidera con un 26,5% de intención de voto, seguido por Jorge “Tuto” Quiroga con un 25,4%, mientras que el oficialismo registra su respaldo más bajo en dos décadas. El candidato atribuye esta situación a la crisis del modelo estatista impulsado por el Movimiento al Socialismo (MAS), cuya fragmentación interna también ha debilitado su posición.
Respecto a las relaciones bilaterales con Chile, Doria Medina señala que su eventual gobierno será una administración transitoria enfocada en resolver asuntos internos prioritarios. Por ello, pospondrá temas de largo plazo como la reanudación formal de vínculos diplomáticos. Sin embargo, asegura que trabajará activamente para potenciar la complementariedad económica entre ambos países y mejorar las condiciones de los migrantes bolivianos en Chile. La reivindicación marítima continuará siendo un pilar fundamental en la política exterior boliviana.
Sobre la explotación del litio, mineral estratégico para Bolivia, el candidato advierte que aún no es productor y critica la gestión del MAS en este sector. Plantea que primero deben consolidar una industria nacional antes de buscar alianzas o asociaciones con Chile o Argentina.