Servel rechaza millonarios gastos de campaña de varios candidatos a gobernadores en Chile
En las últimas semanas, el Servicio Electoral de Chile (Servel) ha cuestionado con rigor las rendiciones de gastos presentadas por varios candidatos a gobernadores regionales, rechazando en algunos casos la totalidad de los reembolsos solicitados. Entre los afectados destacan figuras políticas como María José “Pepa” Hoffmann, Macarena Santelices y Claudio Orrego.
La vicepresidenta de la UDI, Hoffmann, declaró ingresos y gastos por más de 418 millones de pesos durante su candidatura en Valparaíso. Aunque el Servel autorizó un reembolso cercano a los 214 millones basados en votos obtenidos, objetó gastos por más de 62 millones, incluyendo pagos a colaboradores que fueron rechazados por inconsistencias.
Por su parte, Macarena Santelices, excandidata del Partido Republicano en la Región Metropolitana, vio sus gastos de campaña por aproximadamente 740 millones completamente rechazados debido a omisiones graves e irregularidades, como facturas anuladas y contrataciones cuestionadas. Esta situación también afectó al Partido Republicano, que perdió financiamiento estatal por no cumplir con requisitos legales sobre uso de fondos para promoción política femenina.
En el caso del gobernador metropolitano Claudio Orrego, el Servel detectó pagos excesivos al administrador electoral y la delegación indebida de funciones que deben ser personales. Además, se identificaron pagos a colaboradores que simultáneamente trabajaban para el gobierno regional, lo que generó observaciones sobre la contabilidad presentada.
Otros gobernadores como Pablo Silva Amaya (O’Higgins) y José Miguel Carvajal (Tarapacá) también enfrentaron el rechazo total de sus cuentas por inconsistencias graves. En total, el Servel revisó las rendiciones de 16 gobernadores y encontró objeciones que dejaron sin reembolso cerca de 719 millones de pesos.
Finalmente, el excandidato del Partido de la Gente al Gore Metropolitano, Claudio Rojas, sufrió un rechazo completo a sus gastos por problemas en la contabilidad electoral. Esto podría significar una pérdida significativa para su partido si no logra revertir la decisión ante el Tribunal Calificador de Elecciones.