Suiza lidera en búnkeres nucleares per cápita y planea su modernización ante nuevas amenazas
Suiza destaca como el país con mayor cantidad de búnkeres nucleares per cápita en el mundo, con más de 370.000 refugios distribuidos para proteger a sus 8,8 millones de habitantes. Esta red incluye tanto instalaciones civiles como militares, diseñadas para ofrecer resguardo ante posibles conflictos nucleares o desastres naturales.
Una ley vigente desde 1963 establece que cada ciudadano, incluyendo extranjeros y refugiados, debe contar con un espacio mínimo de un metro cuadrado en un refugio ubicado a no más de 30 minutos a pie desde su domicilio, extendiéndose a 60 minutos en zonas montañosas. La mayoría vive en edificios equipados con búnkeres propios, mientras que quienes no cuentan con uno particular pueden acceder a instalaciones públicas. Estos refugios están construidos para resistir impactos significativos, como el derrumbe de edificios o ataques químicos y biológicos.
El desarrollo inicial de esta infraestructura se remonta a la Segunda Guerra Mundial, cuando Suiza reforzó su seguridad debido a la cercanía con potencias en conflicto como Alemania e Italia. Durante la Guerra Fría, la red se consolidó aún más mediante inspecciones decenales que garantizan su operatividad. Sin embargo, tras ese periodo se registró una disminución en las inversiones, aprovechando un contexto internacional más pacífico.
Actualmente, frente a la incertidumbre generada por la invasión rusa a Ucrania y cambios geopolíticos globales, el gobierno suizo anunció una inversión cercana a los 250 millones de dólares para modernizar sus búnkeres nucleares. Las autoridades recalcan que esta medida busca fortalecer la seguridad pública y no implica preparativos bélicos directos. El aumento en consultas ciudadanas sobre el estado y ubicación de estos refugios refleja una creciente preocupación por la seguridad ante posibles emergencias.