Trump enfrenta una OTAN remodelada a su medida en su único día completo en la cumbre
En La Haya, durante la cumbre de la OTAN, el presidente Donald Trump se reunió con los miembros de una alianza que ha moldeado a su conveniencia a lo largo de los años. Sin embargo, sus recientes declaraciones, en las que pone en duda el compromiso de Estados Unidos con las garantías de defensa mutua del artículo 5, han generado inquietud entre los aliados.
Trump afirmó en su llegada a los Países Bajos que su adhesión al artículo 5 “depende de la definición” que se le otorgue, un comentario que probablemente será centro de atención durante el encuentro. Paralelamente, la alianza está lista para adoptar una de las prioridades principales impulsadas por Trump: el aumento significativo del gasto en defensa por parte de sus miembros.
El mandatario destacó que cuando asumió la presidencia, la OTAN estaba “quebrada” y exigió a los países miembros incrementar sus contribuciones. Ahora, señaló, muchos países están comprometidos a aumentar su gasto hasta un 4% o incluso un 5% del PIB, cifra que considera beneficiosa para fortalecer sus capacidades militares. Esta medida responde tanto a la amenaza rusa tras la invasión a Ucrania como a las presiones ejercidas por Trump.
Además, Trump comentó sobre el frágil alto al fuego entre Irán e Israel, logrado tras ataques estadounidenses a instalaciones nucleares iraníes. A pesar de su rol en mediar este acuerdo, criticó que ambas partes hayan violado el cese al fuego. Posteriormente, surgieron informes que cuestionan el impacto total de los ataques en el programa nuclear iraní, lo que motivó una fuerte reacción oficial desde la Casa Blanca defendiendo la efectividad de la operación militar.